Todos los años se habla sobre la vacunación antigripal y su importancia en la prevención de la enfermedad, pero, ¿por qué es importante vacunarse anualmente?
Existen principalmente tres tipos de virus gripales: los virus A, B y C. En el ser humano, los casos de gripe de tipo C son mucho menos frecuentes que los casos de tipo A y B, así que únicamente los virus gripales A y B forman parte de la composición de las vacunas contra la gripe estacional. Cada año, la Red Mundial de Vigilancia de la Gripe de la Organización Mundial de la Salud identifica las cepas de gripe estacional.
Cuando se vacuna contra la gripe estacional no se recibe una dosis de la misma vacuna del año anterior, sino una dosis de una vacuna cuya composición se ha actualizado para garantizar la protección más amplia y más adecuada posible frente al grupo de virus gripales que están circulando ese año.
Según los Lineamientos Técnicos para la Vacunación Antigripal en Argentina del 2016, se recomienda la vacunación anual contra la influenza a todas las personas a partir de los 6 meses de vida. ¿El propósito? Reducir las complicaciones, hospitalizaciones, muertes y secuelas ocasionadas por el virus de la gripe en la población de riesgo en Argentina. ¿Los objetivos? Lograr coberturas mayores o iguales al 95% en la población objetivo.
La gripe es una enfermedad respiratoria contagiosa que afecta la nariz, la garganta y los pulmones, y que puede llevar a complicaciones graves, hospitalizaciones e incluso la muerte.
La neumonía y la bronquitis son ejemplos de complicaciones graves relacionadas con la gripe. También, puede agravar ciertas afecciones, como la diabetes, el asma y las enfermedades cardiacas o las pulmonares. Todas las personas, incluso las sanas, se pueden enfermar y tener graves complicaciones.
Las personas con diabetes (tipo 1 y 2), incluso cuando están bien controladas, corren mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves por la gripe, que a menudo resultan en hospitalizaciones e incluso la muerte en algunos casos. Esto es porque la diabetes puede hacer que el sistema inmunitario esté menos preparado para luchar contra las infecciones.
Además, la enfermedad puede hacer que sea más difícil controlar los niveles de azúcar en sangre; la enfermedad puede elevar sus niveles de azúcar pero a veces las personas se sienten inapetentes cuando están enfermas, y esto puede ocasionar que los niveles de azúcar en sangre disminuyan. Por lo tanto, es importante cumplir con las normas para los días en que está enfermo.
¿Qué es lo que se puede hacer para prevenir?
El Ministerio de Salud de la Nación y los centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan que las personas con diabetes tipo 1 o 2, de 6 meses en adelante, reciban una vacuna contra la gripe ya que corren un mayor riesgo de desarrollar neumonía a causa de la influenza, por lo tanto, también se les recomienda recibir una vacuna contra la neumonía (neumocócica). Una vacuna contra la neumonía debe ser parte de un plan de control de la diabetes.
¿Qué hacer si ya está enfermo?
– Seguir tomando su medicina para la diabetes, esto incluye su insulina.
– Revisar sus niveles de glucosa (azúcar) 3 o 4 veces al día.
– Tratar de comer alimentos saludables.
– Tratar de NO comer mucha sal ni azúcar ni grasa.
En caso de presentar alguno de los siguientes signos y síntomas, llamar a un profesional de la salud inmediatamente:
– Sentirse demasiado enfermo como para no comer normalmente y no retener los alimentos por más de 6 horas.
– Tener diarrea fuerte.
– Perder 3 kg. o más de peso sin tratar de hacerlo.
– Tener temperatura de más de 38°.
– El nivel de azúcar en la sangre bajo a menos de 60 mg/dl o se mantiene por encima de 240 mg/dl.
– La orina contiene un nivel de cetonas mediano o alto.
– Respirar con dificultad.
– Sentirse soñoliento o no poder pensar con claridad.
En caso de sentirse excesivamente somnoliento o no lograr pensar con claridad, pedir que alguien llame al profesional de la salud o que alguien lo dirija a la sala de emergencias.
No es el hecho de padecer diabetes lo que ha propiciado la muerte, ceguera o amputaciones, son las complicaciones de un mal cuidado de la enfermedad lo que puede traer las consecuencias.
¡Promueva la prevención y por ende, la vacunación contra la gripe!
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