Salud

Diabetes y depresión: ¿Qué tener en cuenta?

Escrito por Colaboradores

SerDiabético entrevistó a la Dra. Olga Núñez, médica especialista en diabetes de la ciudad de Lima, Perú para conocer más sobre la incidencia de la depresión en pacientes diabéticos. Conocé todas sus respuestas en esta nota.

¿Es común que una persona con diabetes sufra de depresión?

Una enfermedad como la diabetes, que dura toda la vida, es una enfermedad mental grave que va a interferir con las actividades diarias, la rutina del día a día.

Por lo tanto, a un paciente diabético se le va a dificultar encontrar motivación para cuidarse la diabetes: es difícil hacer ejercicio, comer sano y hacer el autocontrol así como completar tareas básicas cuando sólo levantarse de la cama es un esfuerzo.

Un informe clave demostró que las personas con diabetes corren un riesgo como mínimo dos veces mayor de desarrollar depresión en comparación con quienes no la tienen. La depresión clínica puede resultar más recurrente, los episodios podrían durar más y el índice de recuperación a largo plazo ser mucho más bajo. Un reciente informe internacional ha demostrado claramente que la coexistencia de diabetes y depresión tiene un mayor impacto negativo sobre la calidad de vida.

Los médicos de atención primaria deberían utilizar dos simples preguntas con el fin de detectar síntomas de depresión:

“¿Durante el último mes se ha sentido molesto por sentirse desanimado, deprimido o desesperanzado?”

“¿Se ha sentido molesto frecuentemente por haber sentido poco interés o no haber disfrutado al hacer cosas?”

Si las personas responden “sí” a cualquiera de las dos preguntas, se debe utilizar un cuestionario especial para medir las dimensiones y la naturaleza de los síntomas de la depresión.

El individuo deprimido siente tristeza continua, sentimientos de vacío o ansiedad, desesperanza, sentimientos de culpa, impotencia o inutilidad, sentimientos de irritabilidad o intranquilidad, pérdida de interés en actividades o pasatiempos que alguna vez se disfrutaban, incluyendo el sexo. Hay un sentimiento de cansancio permanente, dificultad para concentrarse, recordar detalles o tomar decisiones. Puede tener dificultad para dormir o dormir todo el tiempo, también puede comer en exceso o perder el apetito, aparecen pensamientos de muerte y suicidio.

¿Hay estudios que avalan que los diabéticos portadores de depresión tienen mayor tendencia a sufrir úlceras?

La Universidad de Washington entre el 2000 y 2007 realizó un seguimiento de 4.1 años a 4.839 pacientes con diabetes tipo 2 sin previas ulcera y amputaciones. Se dividió en dos grupos uno con y otro sin depresión y se utilizó una prueba especial (PHQ-9) para diagnosticar el grado de depresión. Cuando se comparó a ambos grupos se encontró que pacientes con depresión mayor tenían dos veces más riesgo de presentar ulceras diabéticas comparadas con el grupo sin depresión.

¿A qué se debe esto?

Uno de los rasgos característicos de las úlceras del pie diabético es que no provocan dolor como respuesta a una lesión, por lo tanto los pacientes con diabetes deben estar entrenados en el cuidado preventivo de los pies, tienen que ser proactivos y llevar a cabo cuidados mínimos de los pies que incluyen limpieza, secado, lubricación (uso de cremas) y adecuado uso de medias y zapatos.

El paciente con diabetes educado es una persona proactiva sabe que tiene alto riesgo de amputación (17 veces más frecuente que las personas sin diabetes), por lo tanto deben examinar sus pies después del baño diario, cortar las uñas en forma recta para evitar los uñeros y acudir al podólogo si es necesario; además deben elegir zapatos cómodos de buena calidad, punta redonda, y revisarlos con cierta frecuencia.

El paciente con diabetes depresivo tiene alteración del ánimo, falta de interés, se siente cansado, triste e inútil, no va a cumplir con la rutina del autocuidado ni con la medicación si no está vigilado, esto refleja el modo en el que las personas perciben su estado de salud y reaccionan ante el mismo

¿Cómo se trata la presencia de úlceras en personas con diabetes?

Las heridas pequeñas de cualquier tipo deben ser lavadas con agua y jabón y ser cubiertas para evitar la contaminación del medio ambiente y no se debe usar para la curación alcohol iodado, agua oxigenada ó químico alguno.

De haber infección (presencia de enrojecimiento alrededor de la herida, dolor, glucosa alta) o compromiso de tejido profundo se debe acudir al médico tratante quien deberá debridar el tejido devitalizado hasta llegar al tejido rojo (sano). Las úlceras cierran de adentro para afuera (se toma su tiempo) y por lo tanto es importante hacer un cultivo de tejido para tratar específicamente a las bacterias presentes (que pueden ser varias) para dar un tratamiento antibiótico específico.

Las heridas grandes necesitarán curaciones frecuentes para ir cortando el tejido muerto. Es necesario mantener la glucosa cerca de lo normal y a veces es mejor usar insulina y antibióticos por vía parenteral (intramuscular o endovenoso) dependiendo del compromiso del paciente. Lo más importante es acudir al médico a penas se ve que la úlcera aumenta de tamaño, duele, cambia de coloración o se pierde el control de la glucosa.

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