La Prof. Dra. Patricia Marino, especialista en nutrición infantil, especialista en nutrición, médico del servicio de nutrición y diabetes Htal. Elizalde y docente de la carrera para especialistas en nutrición habló con SerDiabético sobre los trastornos de alimentación y todo lo que el paciente diabético tiene que tener en cuenta.
Los trastornos alimentarios se caracterizan por alteraciones graves de la conducta alimentaria: la anorexia nerviosa se caracteriza por el rechazo a mantener el peso corporal en los valores mínimos normales mientras que la bulimia nerviosa se caracteriza por episodios recurrentes de voracidad seguidos por conductas compensatorias inapropiadas como el vómito provocado, el abuso de fármacos laxantes y diuréticos u otros medicamentos, el ayuno o el ejercicio excesivo. Una característica esencial de la anorexia nerviosa y de la bulimia nerviosa es la alteración de la percepción de la forma y el peso corporal.
Numerosos estudios indican que los trastornos alimentarios en diabetes tipo 1 están relacionados con mayor peso, baja autoestima, depresión, mal control metabólico y alteración de la dinámica familiar y los vínculos. La correspondencia entre la pubertad y el desarrollo de diabetes 1 juega un rol vital en la aparición de los trastornos alimentarios.
La adolescencia es una etapa en que las personas empiezan a exponerse a la vida de una manera en que antes no lo estaban, el adolescente comienza a ser más responsable de su tiempo y sus decisiones. De no tener la supervisión adecuada, esto podría derivar en tiempo libre mal utilizado, bajo rendimiento escolar, contacto con drogas (tabaco o alcohol) y mala alimentación.
La motivación, fenómeno mayor en el origen de las conductas y de la relación entre el individuo y su ambiente comporta dos procesos que se complementan y a veces se oponen; el interés y la iniciativa.
Los estados que inducen este tipo de conductas son caracterizados por una tensión y un disconfort secundario a una necesidad fisiológica y seguido de un alivio cuando la necesidad es satisfecha.
La existencia de diabetes en los TCA ha dado lugar a una nueva patología llamada coloquialmente “diabulimia” basada en la manipulación de las dosis de insulina para conseguir la pérdida de peso. En otros casos, la aparición de diabetes en adolescentes influye en el desarrollo de un TCA.
La inicial pérdida de peso característica de la diabetes tipo 1 con el tratamiento correcto hace que algunos adolescentes con predisposición a padecer un TCA cambien las dosis de insulina en función de la pérdida de peso deseada. Esta manipulación de la insulina en los TCA eleva la frecuencia de complicaciones.
Los valores más altos de hemoglobina glucosilada encontrados en los sujetos diabéticos que presentaron algún TCA clínico o subclínico revelan peor control metabólico e indican que estos pacientes podrían tener un riesgo mayor de desarrollar alteraciones microvasculares y macrovasculares con el paso del tiempo.
En los pacientes diabéticos se reconoce una manipulación de la insulina con el propósito de disminuir su peso asociado a un desorden alimentario.
El control glucémico asociado a un aumento de peso es inaceptable en el adolescente quien intencionalmente reduce u omite la utilización de insulina (purga insulínica); la incidencia de este mecanismo se encuentra entre el 12-15% de las mujeres con diabetes tipo 1.
En resumen, datos muestran la necesidad de una cuidadosa vigilancia en pacientes jóvenes de ambos sexos con DM1 para poder realizar una detección y prevención tempranas de los TCA..
Para concluir, tanto en los trastornos alimentarios como en el mantenimiento de peso, los pacientes con diabetes tipo 1 preadolescentes o adolescentes tienen mayor riesgo de presentar alteraciones en este sentido.
La intervención de manera preventiva desde la educación hasta en soporte psicológico ayudan al paciente a aceptar su enfermedad más fácilmente implementando con ellos estrategias de tratamiento. Lo importante de la prevención primaria es comenzar la psicoeducación lo antes posible.